Escuchá hermano, Super Meat Boy es un juego de plataformas tremendamente difícil, pero tremendamente satisfactorio. El protagonista es un pedazo de carne con ojos que se llama Meat Boy, y su novia Bandage Girl fue raptada por el Dr. Fetus malvado.
Así que Meat Boy tiene que atravesar cientos de niveles llenos de sierras circulares, agujas, fuego y otras trampas mortales para rescatar a su amada. Te vas a morir 3500 veces por nivel, no exagero. Pero el sensación cuando al final lo lográs es de éxtasis total.
Los controles son super precisos, y necesitás reflejos de gato ninja y memoria fotográfica para poder pasar cada nivel. Cada pixel cuenta en el momento del salto. Si no estás dispuesto a morir y morir hasta el hastío, olvidate.
Pero todo ese esfuerzo vale la pena por esos segundos de gloria cuando ves a Meat Boy agarrarse de la Bandage Girl al final. Los gráficos tienen onda retro, y la música de fondo te mete presión en la nuca. Un desafío para masoquistas, básicamente. ¡Pero qué juego!
Así que ya sabés, si buscás frustrarte al máximo y llegar al borde las lágrimas, para después gritar de la satisfacción, Super Meat Boy es tu juego ideal. No apto para anger management issues. ¡Suerte!
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